Ruta 3 de Buenos Aires a Ushuaia 3094 Km. Estamos totalmente decididos a hacer la Ruta 3, como sea!
Solo nos quedan aprox. 22 km. para haber hecho de una forma u otra cada metro de la ruta 3, así que lo de descansar para otro momento!
Nos han dicho que hay unos microbuses que, de forma regular, hacen el trayecto hasta La Pataia, en el Parque Nacional de Ushuaia, donde acaba la ruta 3
No es un día maravilloso para hacer caminatas ni nada, está lloviendo, gris y fresquito, dan más ganas de estar en la cama que otra cosa.
Nos levantamos sin prisas, saboreando el no tener que salir pitando por una cosa u otra y nos vamos a los buses. Hay uno que sale a las 12:30, llega a las 13:15 al punto que queremos llegar y de ahí podemos hacer diferentes caminatas por el bosque de forma que a las 15:00 estemos en el punto de recogida para volver a Ushuaia.
Sigue lloviendo, sorprendentemente, se llena el bus de gente y salimos por la ruta 3 hasta su final.
Es una carretera muy bonita, de ripio, con un bosque frondoso, muy agradable… perfecta para moto, lástima que la Harley no es el tipo de moto para hacer ripio pero, de momento, ni esto cambia que nos guste más la onda Harley.
Heyyy!!! PRUEBA SUPERADA! Hemos llegado al final de la ruta 3!
La ruta 3 es una ruta llena de contrastes, largas llanuras interminables, viento… mucho viento, naturaleza increíble y fascinante, prehistoria, misterio… No ha sido fácil pero ha valido la pena.
Ahora a ver si de alguna manera podemos cumplir con la ruta 40, ya hemos hecho desde Bariloche hasta La Quiaca y ahora es el momento de hacer desde Río Gallegos hasta Bariloche, pero veremos porque también hay mucho tramo de ripio, aunque no hay tanta circulación… esto lo iremos pensando.
Ahora estamos muy contentos de haber hecho al completo la ruta 3, mejor hubiera sido toda ella con la moto, pero bueno, no hay que darle más vueltas.
Aún lloviendo hacemos un sendero de trekking, vemos la laguna verde y diferentes arboles autoctonos y por aquellas casualidades, hemos visto un zorro!
A las 14:30 estamos ya en el punto de recogida, es un edificio muy bien organizado, tiene restaurante, baños y un pequeño museo. Aprovechamos y comemos unas empanadas, buenas pero no las mejores.
De vuelta a casa, nos vamos durmiendo en el bus… estamos para hacer una siesta!! Y eso es lo que hacemos nada más entrar por la puerta del hotel!!! De repente nos hemos vuelto unos mal educados, ni saludamos a nadie… solo tenemos una cama en la mente!!
Tenemos reservado para las 9h. en el restaurante la Cantina Fueguina de Freddy, especializado en Centolla, merluza negra y salmón patagónico, estamos deseando probarlo todo!
El restaurante es muy agradable, acogedor, hay una mesa que tiene una súper centolla en el medio que casi es más grande que el niño de la mesa. Nos traen la carta y es difícil de decidir, tienen centolla al natural que es lo que más queremos pero nos venden muy bien la especialidad de la casa que es centolla con una salsa de camarones… Hmmm, nos ponen tan en duda que pedimos las dos y después forzosamente queremos comer la merluza negra a la plancha.
Nos llega primero la centolla al natural… espectacular!! La mejor centolla que he comido, sabrosa, sin faena, 250 grs. de centolla fresca, exquisita, lista para comer, no necesita nada, cualquier salsa estropearía este manjar… es brutalmente buena!
El vino que hemos pedido es un Newen, Malbec 2011 de las bodegas del fin del mundo, muy bueno y que le cuadra muy bien.
De momento todo un éxito, estamos disfrutando a lo grande. En el restaurante hay como 4 mesas más con españoles, en este momento somos casi el 50% del total de clientes.
Ahora nos llega la centolla con salsa de camarones, está buena pero nada que ver con la centolla al natural.
Llega la merluza negra, tengo muchas gana de probarla… por Dios! Si a esto hay que llamarle merluza, se lo llamamos pero esto es una cosa deliciosa que no tiene nada que ver con la mejor merluza que haya comido… es de carne fuerte pero melosa y con un sabor excepcional, es una pasada.
El camarero nos pregunta si está todo a nuestro gusto… casi me levanto y le doy un beso… pero no, solo le pregunto que hace que esta merluza sea tan buena. La explicación es buena… que es del día, la profundidad y la temperatura del agua. La profundidad y la temperatura hace que se genere como una capa de grasita entre la piel y la carne que yo nunca había visto y que le da un sabor y textura rotundamente buena. Me gusta tanto que he cogido el hueso de la espina para comer lo poquito que había quedado y no por hambre, te lo prometo… solo por saborear más y no podéis imaginar el sabor al chupar el hueso de la espina… me sale del alma… “—Cariño, yo quiero vivir muchos años, quiero disfrutar, ver nietos por todas partes pero… esto es el fin del mundo! No sé si reír o llorar… —le digo a Per”
Estoy tan emocionada con el momento que de repente le digo… —Oye, somos los únicos en el restaurante que estamos tan emocionados con la comida? … “—Es que nosotros disfrutamos, los demás solo comen… —Me responde—. QUE BUENA RESPUESTA!”
Desde luego no tenemos hambre y no nos cabe nada más pero como postre hay un bombón helado de calafate que no podemos dejar de probarlo.
A todo esto, ha venido una pareja que la acomodan en la mesa de al lado, no hay apenas distancia y se escucha todo, son chilenos, nos miran y nos miran y al final se deciden a preguntar por lo que hemos comido, que les aconsejemos… jajaja parece que quieren disfrutar lo mismo! Les decimos que lo mejor, para nosotros ha sido el sabor natural de la centolla y de la merluza, que, a no ser que les gusten mucho las salsas, mejor no poner nada a un producto tan bueno.
Han pedido lo mismo al natural y les ha encantado. Mientras nos traían las cosas hemos estado hablando de Chile, de cosas que han/hemos visto, etc. todo muy animado y divertido. El bombón esta riquísimo, Per se acerca y, flojito, cerquita, me dice… —Después de aquí tenemos dos opciones…una “ —No comer nunca más —le digo rápido—“ “—Un pisco o el pub —sigue diciendo como quien no ha oído nada” Hmmm. —Un pisco en el pub!
Después de aquí fiesta, fiesta hasta… no se.
Nos lo podemos permitir!!! Mañana en lugar de volver a Rio Gallegos con el bus, volvemos con el avión!
A la vuelta al hotel, vemos la luna… por aqui la luna brilla mucho, esta preciosa!
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