Punta Tombo, la mayor reserva continental de pingüinos de Magallanes
Estamos en Puerto Madryn, pertenece a la provincia de Chubut, de nuevo hemos cambiado de provincia
Nos quedaremos aquí dos días para hacer dos excursiones, un día a Punta Tombo donde hay pingüinos y otro día para recorrer Península Valdés donde en los meses de Octubre y Noviembre se avistan ballenas australes pero nos tendremos que conformar con ver lobos y leones marinos y más fauna de la Patagonia como, emúes, guanacos, caballos, corderos patagónicos, martinetas, mulitas y… con suerte orcas pero ya nos han dicho que es muy difícil.
Hoy vamos a Punta Tombo, la mayor reserva continental de pingüinos de Magallanes. Para llegar son aproximadamente 135 km. de carretera asfaltada más 38 km de ripio. Per ha dicho que quiere ver paisaje y que no quiere romper ni la moto ni su espalda con estas excursiones, que ripio el imprescindible!. Nos parece una idea perfecta, alquilamos un coche y así podemos compartir la carretera.
Hace un viento tremendo, parece que esto es normal en la Patagonia, cuando hemos comentado en la agencia de alquiler del coche que hacía mucho viento, nos han dicho “bienvenidos a la Patagonia” la verdad es que es mucho viento, tanto que da dolor de cabeza, toda la ciudad tiene como sensación de neblina, si dejas la ventana abierta, al cabo de un rato, cualquier revista o papel que cojas está rasposo de tierra.
Salimos a las 11, es un poco tarde pero según nos dicen, nos dará tiempo de hacer la excursión.
Empieza conduciendo Per, la carretera se hace interminable, el paisaje es como el que dejamos ayer, inmenso, árido, ventoso, monótono… horas y horas con carreteras prácticamente rectas y con el mismo paisaje, que solo lo rompe algún camión o las martinetas que, camufladas con el mismo color que el arcén, se lanzan a cruzar la carretera cuando menos lo esperas.
Me duermo, imagino que Per está pasando por el mismo punto que yo y pongo la radio…
–nooo, por favor quita eso, se escucha fatal!
Tiene razón, se escucha fatal, el aparato es malísimo, la señal no alcanza y no cuadra nada… rompe la monotonía :-). Te puedes creer que esta monotonía engancha y quieres sentirlo? Pues así es, no creo que me gustara vivir aquí pero es muy especial.
Hemos llegado al tramo de ripio, es un poco más divertido, se ha de estar atento, las piedras van saltando y golpeando el coche por debajo. Que bien que no vamos con la moto!
Llegamos al punto de salida para ver los pingüinos, como son las 13:30 nos comemos un bocadillo en el bar antes de empezar a caminar. Ja!! Nos hemos acordado y hemos pedido uno para los dos!!
Ahora ya a punto para la caminata! Antes de acceder, nos dan unas instrucciones, nos dicen que el camino está marcado con unas piedras, no se pueden tocar a los pingüinos y es muy importante que les cedamos el paso si están cruzando el camino, vienen caminando del mar, con un peso de un kilo o más en el estómago para llegar al nido y dar de comer a los bebes pingüinos.
Es todo un espectáculo, hacen los nidos en la tierra, hay un montón de pingüinitos bebe que todavía no han cambiado el pelo, parecen bolitas.
La tierra es como un queso gruyer con cabecitas o cuerpos tambaleándose al viento a la espera de la comida.
Los más grandes están en el agua, pescando o jugando y luego, como nos han explicado van caminando, un buen trozo… está muy lejos el agua de los nidos, hay un tramo que parece la autopista de ida a los nidos, tiene mucha afluencia!!
Hay muchísimos, es impresionante!
Son muy graciosos, uno viene como pensativo por el camino, otro muy extrovertido nos ha estado haciendo piruetas, buscaba al público.
Ha sido toda una experiencia, ahora a ver si “algún día” veo los grandes! El pingüino emperador, que miden 1m. esto será más difícil pero quien sabe! Nunca pensé que pudiera ver estos y los he visto!
Ahora nos toca hacer de nuevo el camino a casa, solo de pensar que hemos de hacer como 180 km… nos da dolor de culo!! Ahí vamosss!!!
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