Hoy es nuestro último día en Punta del diablo, mañana vamos hacia La Coronilla, a ver que nos depara la aventura…
Como es el último día aquí y la vista desde la cama es un espectáculo, nos quedamos disfrutando hasta que el estómago gana y saltamos muertos de hambre… no sé cómo tenemos hambre… pero tenemos!! Hoy ya no vamos a comprar cositas, preparamos sobras y por la noche iremos a ver si hay abierto algún sitio para cenar. El lunes cuando llegamos habían sitios abiertos pero la sorpresa fue el martes, que estaba todo cerrado… nos dijeron que cierran los martes y los miércoles, así que hoy contamos con cenar fuera.
Después de desayunar nos vamos a pasear por la otra parte de la playa es muy agradable pasear por estas playas, ahora mismo, al no ser temporada alta, podemos disfrutarlas en su ambiente más salvaje y de verdad es un gusto.
No hay ni una casa igual, todas tienen su personalidad propia.
A la vuelta, antes de ir a casa para comer, entramos en la biblioteca, es muy particular, está en una casita típica de madera, como un cobertizo y hay varios tablones de lado a lado, dejando pasillo entre los tablones y allí están expuestos los libros, el suelo está lleno de piedrecitas y arena, como si fuera el exterior. Per se compra (Amando a Pablo, odiando a Escobar), yo me hubiera comprado uno también ya que he acabado el que traje (Aleph de Paholo Coelho… apropiadísimo para este viaje, me ha encantado) pero no tengo sitio para llevarlo y en Montevideo me está esperando el otro que compre para el viaje. Llegamos a casa, comemos y ya vamos preparando para la marcha.
El tiempo pasa y pasa cada vez más rápido, ya son las nueve! Otra vez las nueve! Salimos y vamos a la busca del restaurante para la cena… como he dicho antes, tenemos hambre cada vez que es la hora y cuando no tenemos hambre, no importa… igual comemos!
Solo hay tres restaurantes abiertos y todos están en la misma calle, al final nos decidimos por uno pequeñito, acogedor que se ve la cocina. La carta parece la misma de todos los sitios. Como primeros: Buñuelos de algas, rabas rebozadas (lo rebozan con pan rallado) camarones al ajillo y ensaladas. Como segundos: Pescado a la plancha con salsa de mantequilla negra o de camarones y milanesas de carne o de pescado.
A diferencia de los restaurantes en Montevideo o de Punta del Este, en los que en casi todos ofrecen asados de carne, en esta zona de Uruguay, en la mayoría tienen esta carta.
Hemos pedido buñuelos de algas, rabas rebozadas y el pescado, todo para compartir y el vino un Concha y Toro de Chile, muy rico
En este caso y en Cabo Polonio el pescado es espectacular, fresco, recién pescado, exquisito!
Deja un comentario