En el taller de motos de Montevideo
Los trámites burocráticos están resultando sorprendentemente eficientes y las personas que atienden son muy amables y colaboradoras, ojalá no cambie nunca esta onda.
Nos vamos a desayunar por la zona del centro, por la calle 18 de Julio y nos hemos metido en un bar-restaurante muy clásico de Montevideo, no había nadie, al principio nos hemos quedado “entramos-no entramos” pero ya estamos dentro y nos han sentado en una mesa. Per pide una medialuna con jamón y queso caliente y un café con leche y yo pido un sándwich también de jamón y queso caliente y un café largo… una grata sorpresa, esta riquísimo y las cantidades que sirven en este País son espectaculares, nosotros seguimos sin aprender la lección; es suficiente con pedir uno para compartir o preguntar si puede ser medio. Se puede dar algún caso que tienes mucha hambre y lo quieras todo o que media ración queda justa pero mejor repetir que darse la oportunidad de comerlo todo!!
Mira la media luna!
Y mira mi sándwich!!!!! ¿no es para dos personas?
Montevideo es una ciudad que sorprende, por un lado estás aquí, ahora, en el 2014 y por otro lado te lleva a recuerdos e imágenes que podrían ser de hace 40 años, ahora mismo, el ambiente en la plaza a la que dá el restaurante, con su kiosko donde venden tabaco y chuches me llevó a otro tiempo. Para mi es algo muy agradable, las cosas están impregnadas de su propia historia de sus propias gentes.
Todavía no nos ha llamado Ale, el mecánico de la moto para acordar cuando vamos a buscarla pero estamos esperando que sea hoy, estamos ya impacientes.
Hoy también tenemos que empacar todo y recoger el apartamento donde estamos así que nos vamos directos a casa para adelantarlo, a las 20:00 hemos de estar listos para ir a cenar con Nacho en la zona de Carrasco y hemos de contar por lo menos con 30’
El taxi que cogemos es todavía más pequeño, Per va sentado de lado y no le caben las piernas. Creo que tenemos mala suerte con los taxis, siempre vamos a parar a los más pequeños y destartalados porque hay otros que aun no siendo lo que debería ser están bien
Mientras estoy haciendo las bolsas, hay un atardecer muy bonito sin embargo, por el otro lado están llegando las nubes amenazando lluvia. Cuando estoy a medias de todo, llama Ale diciendo que si queremos podemos ir a recoger la moto que ya está en el taller. Lo dejamos todo y nos vamos con un taxi, corriendo porque las nubes cada vez son más negras y está previsto que llueva.
El taxi que cogemos no tiene desperdicio… llega uno diminuto que en realidad queda prácticamente utilizado en su totalidad por el conductor, es enorme! Llega con la camisa desabrochada, toda la panza enorme y peluda al aire… quedaba tan poco espacio atrás que Per no ha podido meterse!!! Ha tenido que sentarse al lado del conductor!! Insisto que tenemos un poco de mala pata con el tema… Yo no puedo para de reir por mis adentros, es chistoso ver a Per pequeñito y con su cara de circunstancias al lado del conductor tan enorme en un coche tan pequeño.
Llegamos al taller y en principio todo está correcto, hablamos de la posibilidad de poner un parabrisas para salvaguardarnos de los ripios en los tramos de la ruta 40, acceso a Ushuaia y a Perito Moreno ya que parece que están en muy mal estado, también queremos saber donde comprar un buen bidón que soporte gasolina para los tramos largos en los que no hay gasolineras suficientes para la autonomía de la moto, etc. Mientras vamos hablando de todo esto me invade la sensación “ruta en moto”, que sensación!! es como un cosquilleo en el estómago y una sobre-excitación de mezcla de alegría con la aventura de lo desconocido
Mientras estamos en el taller cae una tromba de agua de espectáculo, con toda suerte ha acabado en el momento que salimos. Vamos a poner gasolina en la gasolinera que está a tres calles y algo va mal con la moto, va dando saltos, es como que le pasa algo en el carburador o entra aire o que se yo pero, sea lo que sea, esto no va bien. Le pregunto a Per pero me dice que debe ser que está todo frío.
Al poner gasolina, vemos que sale a chorro por el visor del tanque… jolin!!!!! Pero si esto lo habíamos arreglado la última vez que estuvimos!! Ahora hemos de ir de vuelta al taller para que lo arreglen de nuevo… y mira, mejor que tengamos que volver porque a mí no me gusta nada como va dando saltos, me quedaré mas tranquila.
Cuando desmontan el visor, resulta que las gomas que hicieron a medida para que quedara sellado y no saliera la gasolina por ahí, han cedido y ya no sellan nada, hay que poner otra solución porque la goma con la que se hizo, era una goma que supuestamente aguantaría la gasolina y esa goma es la mejor que pueden encontrar en Uruguay. Mientras vamos hablando de que solución darle, veo como una especie de grasa flotando por encima de la gasolina y pregunto a Ale qué es eso que flota o si es algo que me hace reflejo… Ale mete el dedo y… otro problema! Parece que se está desprendiendo la pintura del tanque de la gasolina por la parte interior, cuando pintaron el tanque no taparon el agujero y entro la pintura, justo ésa se está desprendiendo… ahora también hay que quitar toda esa pintura en mal estado… según dice Ale, esto podría ser debido a que a la gasolina le ponen etanol para abaratar y eso destruye la pintura…
Santa paciencia! De nuevo ha de quedarse la moto en el taller para hacer todos esos arreglos…
De vuelta a casa con taxi!
Solo nos da tiempo de arreglarnos y salir hacia el restaurante donde hemos quedado con Nacho, vamos a Gladys, un tipo pub irlandés donde sirven comidas. Pedimos unas cervezas, Nacho un chivito y nosotros salmón envuelto en pasta filo. Después de unas cuantas cervezas más nos vamos a casa, mañana de nuevo hemos de levantarnos muy pronto para estar a las 7 en inmigración.
La noche ha sido movidita, una tormenta de espectáculo y Per luchando con los mosquitos… yo solo quiero dormir.
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