Más ripio! De Gobernador Gregores a Perito Moreno
Los aproximados 450km que tenemos para hoy hasta Perito Moreno (pueblo, que nada tiene que ver con Perito Moreno Glaciar y que la verdad confunde bastante) son también de combinación de carretera de piedras, carretera antigua con asfalto y carretera recién asfaltada, a ver cómo nos va hoy.
A estos kilómetros, hemos de añadir unos 90 km. ya que queremos ir a ver las cuevas de las manos que están en la ruta, para lo que nos tendremos que desviar unos 45 km. de ida y otros de vuelta.
Por estos pueblos, los animales en general viven muy bien, van sueltos y libres por todos los sitios, los perros, especialmente tienen aquí su paraíso, suponemos que tienen una casa pero van sueltos, sin collar y libres por todo el pueblo. A la salina nos encontramos con este tan tranquilamente acostado en medio dela carretera.
Empezamos por carretera de asfalto, todo bien y contentos pero cuando llega el desvío a la carretera de ripio, sin mediar palabra, Per sigue por la que están asfaltando!!! No puede ser! Pero que empeño!!! Seguro que esto ya lo había decidido esta noche con la almohada y para que no hubiera posibilidad de que yo dijera lo contrario… no ha dicho ni palabra! simplemente sigue por la nueva sin dar opción a nada!
La felicidad para él y el disgusto para mí, dura exactamente 4 kilómetros. Tal como estaba cantado, aparecen las máquinas yyy la gente trabajando que empiezan a mover los brazos como desesperados para que salgamos de la vía en obras, por suerte, en este momento no es excesivamente difícil de pasarse a la ruta con piedras pero… jolin!! aun así hay un desnivel considerable, lleno de piedras gordas tipo roca… Que saltos!! yo agarrada al techo del coche, con el estómago encogido pensando… ahora volcamos! Vamos que es para darle collejas a Per hasta quedar satisfecha, se lo merece! Después de esta experiencia, ya no ha vuelto a intentar más colarse por la vía en obras pero me he jurado que como lo haga, yo bajo! ya me veo haciendo auto-stop!… en el desierto!!!
Hemos seguido alternado con tramos de ripio pero con todo este lio me he olvidado de controlarlo.
El paisaje es increible, de nuevo kilómetros y kilómetros de rectas,
después de una hora conduciendo sigue la misma recta y una hora más tarde…
Ahí sigue todavía, produce una sensación extraña.
Llegamos al desvío para ir a la cueva de las manos… que carretera! Un desastre, un verdadero desastre de carretera, todo tabla de lavadero y con cuestas arriba y abajo, las vistas son preciosas pero tenemos el estómago encogido pensando que se nos desate la moto…
tanto así que a 15km de camino, sintiéndolo mucho, nos volvemos. Trieste, estamos aquí y no vamos a ver las cuevas de las manos pero estamos ya desesperados y quedan todavía 30! Y luego volver!! Imposible hacerlo ni por la carretera ni por el tiempo que esto nos llevaría.
En fin! De vuelta en la ruta hacia Perito Moreno.
El paisaje, todo el tiempo, es espectacular, cuando hay montaña por la montaña y
cuando hay recta… Kilómetros y kilómetros y kilómetros de paisaje llano, 360º de paisaje imposible de transmitir, solo estando, viviéndolo, sintiéndolo… es inmenso.
Hay muy poca circulación, te alegra cuando ves un coche y mucho más cuando hay algún guanaco o emú, como estos que están justo en medio de la carretera y sale cada uno por su lado.
Llegamos a Perito Moreno, otro pueblo, planito, oasis en medio del desierto. Estamos muertos, cansados de tanta piedra, solo queremos ducharnos, comer algo sencillo y nada más hasta mañana que saldremos hacia Esquel. Nos han dicho que, en Esquel, hay un trenecito antiguo que lleva hasta una reserva de mapuches que viven en la montaña, tengo muchas ganas de verlo, a ver si hay más suerte que con la cueva de las manos.
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