Mateando en el atardecer, Rambla de Montevideo
La Rambla de Montevideo me parece mágica, no hay día ni momento del día o la noche que no sea especial. Tiene paz, te hace sentir paz, en paz, te acoge y siempre esta viva.
Vengas a la hora que vengas siempre hay alguien caminando, corriendo, en bici, patines,… etc. y mateando. Matear en las Ramblas de Montevideo es una delicia, una terapia diría yo, una terapia de acercamiento.
Aquí cabe todo, hoy aún más, es sábado y los grupos,
familias, amigas, parejas… todos salen a disfrutar de ese encuentro.
Es un atardecer mágico, un momento único, un paisaje que recarga energía.
Dicen de los Montevideanos que son personas muy amables y acogedoras y así es. En estos momentos siento que es como una retroalimentación entre el lugar y los habitantes.
Es precioso
Y se está tan bien
Deja un comentario