Todo a punto, nos vamos a Mendoza!
Antes de salir vamos a casa de Miguel para despedirnos y darle uno de los bidones de gasolina que ya no necesitaremos.
Hace un día magnifico para andar en moto, cielo azul, buena temperatura… Ya era hora!!! Hemos pasado la mayor parte del viaje con viento, cielo gris y frio. En principio ya no debería hacer más frío aunque hemos de tener en cuenta que mañana entra el otoño… aquí ya se acabó el verano!
Me encanta la salida de San Rafael a Mendoza, esta carretera, inevitablemente me lleva a recuerdos muy bonitos. Hace mucho tiempo, la carretera de Valdeltormo en la provincia de Teruel, en España, donde yo pasaba mis vacaciones de verano, era así, con árboles grandes y frondosos a los dos lados de la carretera. Un buen día los cortaron todos, y se acabaron las sombras y el sonido de los pajaritos, ahora en verano hace un calor que derrite el alquitrán… Me gustaría de verdad saber porqué razón los cortaron, porqué cortan los árboles en las carreteras de los pueblos, alguien lo puede explicar?
Ya fuera de San Rafael, la ruta sigue siendo muy bonita, todo el tiempo se ve la cordillera de los Andes, ahora mismo entre medio de las nubes asoma la punta del Aconcagua aunque he de decir que ya no está ese sentimiento de naturaleza rotunda en medio de la nada, ahora se nota que estamos entrando en urbanización.
Hay plantaciones de viñas y frutales por todos los sitios, inmensas extensiones llenas de viñas… extensiones planas, fáciles de trabajar… imagino la cosecha que han de tener por aquí, impresionante!
Al paso por Tunuyán hay una manifestación, hemos podido pasar pero a la salida del pueblo nos han desviado 7 km por camino de piedra… parece que el camino de piedra nos persigue!.
Después de este desvío, cuando hemos llegado a la ruta asfaltada, rápidamente se ha convertido en una autovía con dos carriles de ida y dos de vuelta hasta la llegada a Mendoza.
Mendoza es una ciudad grande, pero con un aspecto que la caracteriza, está a la falda de los Andes, tiene muchos parques muy verdes, con muchos árboles y con todo un sistema de acequias para el regadío que le dan un frescor especial, me encanta!
Mendoza es la octava capital del vino del mundo, se respira en el ambiente, tiene grandes y buenas bodegas de las que salen vinos espectaculares y que decir de las carnes… excelentes carnes + vinos espectaculares = Un paraíso!
Este año, todo el grupo asistente a la reunión Harley tenemos alojamiento en el hotel Hyatt, un hotel magnifico, situado frente a una de esas típicas plazas-jardín de Mendoza!
Descargamos todo y de repente nos da un hambre urgente, comemos solo una ensalada porque esta noche tenemos reserva en el restaurante 1884 Mallmann! Tengo tantas ganas de ir a este restaurante!, hubiera preferido ir al 7 fuegos que es el nuevo que ha abierto este cocinero pero está en el campo y no resulta practico ir, ni con taxi ni con moto.
Francis Mallmann es un cocinero muy reconocido en Sudamérica, ha escrito dos libros de cocina “7 fuegos” y “tierra de fuegos”, (yo tengo el primero y en cuanto llegue a Barcelona me compro el otro!) es un tipo de cocina rustico, del campo, pero muy bien hecho.
Como tenemos tiempo de sobra, nos vamos al spa, Mmmmm que delicia, no me lo puedo creer! Los hoteles que normalmente reservamos, son acogedores, agradables, pero de un nivel medio, en alguna ocasión son mejor y en alguna ocasión son muuuyyy sencillos, este es un hotel espectacular de 5 estrellas que te están mimando desde que paras en la puerta… A disfrutarlo a tope!
Uf! Que rara me siento! Me estoy arreglando para ir al restaurante… no me lo puedo creer! Falda, tacones… increíble! Se podría decir que llevo dos meses sin mirarme al espejo, rebozada de ropa hasta las cejas!
El restaurante está en Godoy Cruz, esto hace tiempo era un pueblo pero con el crecimiento de Mendoza, ha quedado todo integrado.
Es una bodega y el restaurante está en una sala grande con un jardín. A la llegada ha sido divertido, es como si fuéramos al Mutis en Barcelona, no hay nombre afuera ni nada que indique el restaurante.
Al llegar pensábamos que nos habíamos equivocado pero ha salido un señor a recibirnos y nos ha llevado a un portalón donde ha golpeado con los nudillos y al abrir la puerta… tachan! El restaurante!
A la entrada hay una mesa larga de madera con un variedad de panes extensísima, expuestos de forma que ya los quieres comer todos!
Hemos preferido sentarnos en el jardín, al lado del horno de barro y de la parrilla, a ver si vamos aprendiendo para el horno que queremos hacer en casa… desde luego no será de este tamaño
El servicio es muy bueno, el camarero que corresponde para nuestra mesa viene a presentarse, nos dice su nombre y que está a nuestro servicio durante nuestra estancia.
Viene el somelier para ayudarnos con el vino y la verdad es que ha ido muy bien porque nos ha recomendado uno que nos ha encantado, ha pasado a ser el mejor del viaje. Don Nicanor, un Malbec de Mendoza espectacular y el precio en el nivel de los que normalmente estamos tomando.
Todo está riquísimo, la empanada deliciosa, espero me salga algo parecido cuando yo las haga. El chivito al horno, espectacular!! Pero tanta cantidad de comida que es imposible comerlo todo y difícil dejar de comer cuando está tan bueno, esto es un desastre porque luego no queda espacio para un postre…
El camino de vuelta se ha hecho muy corto, no sé por dónde ha ido el taxista pero ha tardado la mitad que el otro.
Que cama espectacular!!! Y mañana no hemos de levantarnos temprano ni nada de nada… Mmmm que bieennn!
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